Bendice Dios Omnipotente en la Gloria de Dios, con tus Ángeles y tus Santos con la Reina de los Cielos y este Hijo que tanto ama al Padre. Bendice estos rosarios y estas estampas... para que el Espíritu Santo pose sobre todo ello, sus gracias y sus dones y la luz que necesitan para que Satanás y sus secuaces no los pueda tocar en esos momentos terribles de la oscuridad y de esta Tierra que el hombre tendrá que penar. Bendice Padre mío, con toda la fuerza que Vos tenéis para que reluzca en esos momentos graves de la Tierra y que el hombre se sienta protegido y sepa con tu Luz, que Dios el Grande, el Omnipotente esta con ellos y no lo van abandonar.
Dios bueno, y poderoso ten misericordia de todos los humanos, bendícelos para esos momentos crueles de la Tierra, que el Espíritu Santo consolador, ilumine sus corazones y sus mentes, que sus frentes sean selladas con la Cruz del Hijo, el corazón con el amor del Padre, sus casas iluminadas y purificadas por el Espíritu Santo y que la compañía de mi gran Mamá no se aparte nunca de ellos en especial en esos momentos. Mira, ten misericordia de todos ellos sobretodo de estos que te implora y se ponen bajo tus pies y que te aman. Dadle tu gran amor, tu fuerza y tu valor Padre para esos momentos como a Mí me lo distes en el Monte de los Olivos y cuando estaba en la Cruz.
Haz Padre Mío, que tengan la suerte de que estén todos reunidos en familia y que con tu gran grandeza no sean confundidos ni equivocados para que todos sean arrebatados al Reinado de María. Y Yo, tu Hijo amado, aquel que cumplió siempre tu voluntad, te doy las gracias por esta bendición divino Padre y que el Espíritu de Dios descienda sobretodos ustedes y todas las cosas a bendecir por la gracia de los Corazones Eucarísticos y el Corazón de la Santísima Trinidad en el Nombre del que todo lo puede, de su Hijo amado y del Espíritu Santo fortificador y consolador. Yo, Jesús de Nazaret, así lo redacto y así lo digo. Gracias Padre. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Sé fuertes hijitos míos, seguir solo a Dios y no escuchéis al maligno. Adiós.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario