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jueves, 8 de octubre de 2015

OCTUBRE MES DEL SANTO ROSARIO - 7 DE OCTUBRE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO



Nuestra Señora Del Santo Rosario
La Virgen del Rosario: ¡Vencedora de Todas las batallas!
Fiesta 7 De Octubre

Su fiesta fue instituida por el Papa san Pío V el 7 de Octubre, aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la Batalla naval de Lepanto (1571), por intercesión de la Madre de Dios, invocada por la oración del Santo Rosario.
La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo de Guzmán (santo sacerdote español)  a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como Arma Poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.


A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.
Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario.

La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".

Mensajes De Dios Al Mundo A Través De Su Profeta: Agustín Del Divino Corazón

Con la oración lo conseguís todo

Noviembre 7/07 5:00 p.m.
La Santísima Virgen dice:
Que vuestra oración sea incesante, porque a través de la oración lo conseguís todo. Ella debe ser la columna vertebral de vuestra vida espiritual.
La oración es la medicina que os alivia de vuestras enfermedades;  la oración es la vitamina que os fortalece de vuestras debilidades.
Orando en cada momento y en cada lugar, el demonio no tendrá dominio sobre vosotros, no dejéis apagar el candil de la oración que hay en vuestros corazones.
Encended esa pequeña llama, a la llama de mi corazón Inmaculado, para que ardáis de amor y entréis al puerto seguro de la salvación.
Cuando os sintáis desanimados y en aridez espiritual, redoblad en vuestra oración, que ella os robustecerá y como gotas de rocío, penetrará en la tierra estéril empapándola con las lluvias del amor de Dios.
Pedid la asistencia del Espíritu Santo y la intercesión del Padre Pío, que como fundador de los grupos de oración, os presentará ante el cielo vuestras súplicas y vuestros ruegos.
Mi oración preferida es el rezo del Santo rosario, oradlo muy despacio, saboreando cada Ave María como dulce miel a vuestros labios y suave néctar a vuestro corazón.

Volved a la oración que el Ángel enseñó a los pastorcitos de Fátima, rezadla en el intermedio de cada misterio:

“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,
Líbranos del fuego del infierno
y llevad al cielo todas las almas,
Especialmente las más necesitadas de
Vuestra misericordia.
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo, y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo
Presente en todos los Tabernáculos del mundo,
En reparación de los ultrajes, de los sacrilegios
y de las indiferencias con los cuales es ofendido;
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús
y del Corazón Inmaculado de María,
Os pido por la conversión de los pobres pecadores.
Amén”.
Adornad aún más este bellísimo jardín, que es el Santo Rosario, con las letanías a vuestra dulce Madre para que quedéis perplejos ante la hermosura y delicadeza de estás rosas celestiales.
Guardad en vuestros corazones estas enseñanzas que como capullos de oro se os abrirán para el cielo.
Os amo pequeños míos, os amo.
Mensajes De Dios Al Mundo A Través de Su Profeta: P. Gobbi.
FORT LAUDERDALE (FLORIDA, U.S.A.), 7 DE OCTUBRE DE 1983.
Nuestra Señora del Rosario.
El Dragón será encadenado.
“Hijos míos, en la batalla en que cada día estáis empeñados contra Satanás, y sus insidiosas y peligrosas seducciones contra el poderoso ejército del Mal, además del auxilio especial que os prestan los Ángeles del Señor, tenéis necesidad de usar un arma segura e invencible. Esta arma es vuestra oración.

Con la oración podéis siempre arrebatar al enemigo el terreno que os ha conquistado; podéis hacer brotar renuevos del bien en el desierto del mal y del pecado: sobre todo, podéis rescatar un número inmenso de almas, que Satanás ha logrado hacer sus prisioneras. La oración tiene una fuerza poderosa y suscita en el bien, reacciones en cadena más potentes que las mismas reacciones atómicas.


La oración que Yo amo con predilección es la del Santo Rosario.

Por esto, en mis numerosas apariciones, os invito siempre a recitarlo, me uno a los que lo rezan, se lo pido a todos con ansia y preocupación materna.
¿Por qué el Santo Rosario es tan eficaz? Porque es una oración sencilla, humilde y os formo espiritualmente en la pequeñez, en la mansedumbre, en la simplicidad del corazón.

Hoy Satanás logra conquistarlo todo con el espíritu de soberbia y de rebelión contra Dios, y tiene terror a todos los que siguen a vuestra Madre Celeste por el camino de la pequeñez y de la humildad.
Mientras los grandes y los soberbios desprecian esta oración, la recitan con mucho amor y alegría mis pequeños: los pobres, los niños, los humildes, los que sufren y muchísimos fieles que han acogido mi invitación.

La soberbia de Satanás será una vez más vencida por la humildad de los pequeños, y el Dragón rojo se sentirá definitivamente humillado y derrotado, cuando Yo lo ate, no sirviéndome de una gruesa cadena, sino de una fragilísima cuerda: la del Santo Rosario.
Es una oración que hacéis junto Conmigo. Cuando me invitáis a rogar por vosotros, escucho vuestra petición, y asocio mi voz a la vuestra, acompaño vuestra oración con la mía.
Por esto resulta cada vez más eficaz,porque vuestra Madre Celeste es la omnipotencia suplicante.
Cuando Yo pido algo, siempre lo obtengo, porque Jesús jamás puede negar nada que le pida su Madre.

Es una oración que une las voces de la Iglesia y de la humanidad porque se hace en nombre de todos, nunca sólo a título personal.

Con la contemplación de sus misterios, llegáis a comprender el designio de Jesús que se delinea a lo largo de toda su vida, desde la Encarnación al cumplimiento de su Pascua gloriosa, y así penetráis cada vez más en el misterio de la Redención.
Y entráis en la comprensión de este misterio de amor a través de vuestra Madre Celeste: pasando por la vía de su Corazón, conseguís poseer el inmenso tesoro de la divina y ardiente caridad del Corazón de Cristo.
En ella os formáis en la perfecta glorificación del Padre a través de la frecuente repetición de la oración que Jesús os enseñó: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino.”
Os formáis también en la perenne adoración de la Santísima Trinidad con el rezo del “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.

Vuestra Madre Celeste os pide hoy usar el Santo Rosario como el arma más eficaz para combatir la gran batalla a las órdenes de la “mujer vestida del Sol”.

Secundad mi invitación: multiplicad vuestros Cenáculos de oración y fraternidad; consagraos a mi Corazón Inmaculado; recitad con frecuencia el Santo Rosario.
Entonces el poderoso Dragón rojo será totalmente atado por esta cadena; se reducirá cada vez más su margen de actuación; y por último se volverá impotente e inofensivo.
Aparecerá a todos el milagro del triunfo de mi Corazón Inmaculado.”

La hora de los apóstoles de la Luz.
13 Oct.
Os estoy formando para ser los apóstoles en estos momentos. Sois, por consiguiente, los apóstoles de luz en la hora en que las tinieblas lo cubren todo.
Vivid en la Luz. Caminad en la Luz. Difundid la Luz que parte de mi Corazón Inmaculado.
Desde hace años os he preparado en el silencio y os he llevado de la mano como Madre Celeste vuestra.
Así, mientras mi Adversario oscurecía la Iglesia y cosechaba víctimas entre tantos de sus mismos Pastores, Yo, en lo secreto de mi Corazón, preparaba la nueva Iglesia, toda luminosa.
Es la misma Iglesia, pero renovada, donde resplandecerá la gloria de la Santísima Trinidad, y en la que Jesús será adorado por todos, honrado, escuchado y seguido.

Así la Iglesia brillará con una luz tan grande como jamás la ha conocido desde las llamas del Cenáculo hasta ahora.
Hoy recordáis mi bajada a la tierra en la pobre Cova de Iria, y el milagro del sol que, casi postrado a mis pies, os ha atestiguado que ésta es mi hora, la hora de vuestra Madre vestida de luz. Hoy os anuncio que ésta es también vuestra hora.

La hora de vuestro testimonio.
La hora de vuestra vida pública.
La hora de los apóstoles de Luz.

Difundid por doquier con fuerza y valentía la luz de la Verdad, la luz de la Gracia, la luz de la Santidad.

Es la luz de mi Hijo Jesús, que os ha iluminado el camino para llegar al Padre en la perfecta docilidad a la acción de su Espíritu de Amor. Dentro de poco nada quedará ya de las grandes tinieblas que han oscurecido la Iglesia.
Después de su gran tribulación se hallará finalmente pronta a su renacimiento: la nueva Iglesia de la Luz.
¡Qué esplendor se prepara para todo el mundo, sobre el que la Iglesia brillará como Luz para todas las naciones de la tierra!
Hijos míos predilectos, desde hace tiempo os he llamado, os he formado y os he fortalecido para ser, hoy, estos nuevos apóstoles de luz.”



SANTIAGO DE CHILE, 22 DE OCT.

De mi Corazón Inmaculado os vendrá la paz.

En el momento en que todo parezca perdido, veréis el extraordinario prodigio de la Mujer vestida del Sol, que se manifestará en toda su potencia.

Las tinieblas se verán vencidas por una Luz que cubrirá todo el mundo; el hielo del odio, por el fuego del amor; la gran rebelión contra Dios, por un retorno universal a su misericordioso amor de Padre.
Sí, hijos míos predilectos, tendréis también que sufrir y algunos de vosotros serán inmolados en mi Corazón Inmaculado; pero los tiempos de la gran prueba se abreviarán por vuestra generosa respuesta.
Más pronto de lo que vosotros mismos podáis pensar, vendrá a vosotros el Reino de amor y de paz de mi Hijo Jesús, a quien sólo se le debe el honor, el poder y la gloria por los siglos de los siglos.”

De mi Corazón parten, reflejados cada vez con más fuerza, los rayos que provienen del Corazón de Jesús, para que podáis caminar por la senda de la gracia y de la santidad, del amor y de la misericordia, de la verdad y de la fidelidad.
Si el mundo está invadido por las tinieblas del pecado, estos rayos descienden como rocío que lo solicitan a abrirse al radiante mediodía de su renovación.
Toda la creación conocerá el nuevo y esperado tiempo de su perfecta glorificación de Dios.

Si la Iglesia está, en su realidad humana, oscurecida y herida, estos rayos la abren a la luz del Evangelio de Jesús, a la custodia del depósito de la Fe, que sólo a Ella ha sido confiado, al pleno testimonio de su unidad y santidad.

Yo soy la Aurora que precede al día.
Mi luz, que se difunde en la noche que aún envuelve al mundo, sois vosotros, los consagrados a mi Corazón Inmaculado, que os habéis entregado completamente a Mí para escucharme y seguirme. Creced en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en la confianza.


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